Nunca me gustó el nº 7 pero reconozco que tiene algo de proporciones perfectas un poco de Aalto , techo de cabaña su puntito de Luz las risas de un día de verano en invierno y el tronco de abedul
Formas orgánicas del pensamiento perdidas entre las coordenadas de la razón Ideas girando concéntricas en torno a una misma tozuda obsesión Crecimientos anormales de mi psique atrapados entre los recortes convencionales de mi vida Abstracción azul, desamparo, silencio.
Volvió de su viaje, tan lleno de historias como le permitió su escéptica concepción occidental de la vida. Con esa sabiduría de no creer pero probarlo todo con la mente abierta. Un encontrar no buscar, tamizado por la duda cartesiana. Así que no quise creer, pero le creí cuando me dijo: Todo está escrito en los pies. Hablaba, desde la seducción milenaria de la tradición, con escrúpulo científico, sobre meñiques y empeines. Enlazaba teorías mirando de refilón los huecos de mis sandalias, aventurando pronósticos que yo confirmaba escondiendo, tímida, la desnudez de mis pies. Salí de su casa con la confusión que dejan los ilusionistas después de un truco de magia que explican sólo a medias. Pensando, un tanto nerviosa, que tus dedos como garras, ojalá sólo indiquen lo mal que escoges el calzado...
Desmigajar el dolor (antes del desayuno) masticarlo despacio y escupir lo que sobra Repetir cuantas veces sea necesario para destruirse por dentro. Si se observan efectos secundarios: Angustia, nihilismo , amor... interrumpir tratamiento hasta que el alma deje de patalear En caso de duda o leve amargor en el estómago como si una vida indigesta le atragantase de errores consulte con su poeta de cabecera posible reaccion alérgica a recuerdos
NOTA AL MARGEN: Evitar exposición a cualquier afecto y mantener en lugar seguro la soledad fuera del alcance de sueños y/o arrebatos
Y dijodeéllo quesólosabía.Que al piedel lechohabíaunperroinmóvil. Que el hombre estaba muerto. Que nadie acasoconocierasunombre. Que vivíasolo.Que colgaba susmanuscritoshúmedos en lasgrandesventanas paraque los secaseelviento del atardecer.Quedejó escrito concaracteresininteligiblesuntratadode matemática de loscolores, cuyotítuloera: De la obstinada posibilidad de la luz
NOTA AL MARGEN:
tampoco escogí yo el lado oscuro. Otra vez José Angel Valente
Olvidar. Olvidarlo todo. Abrir al día las ventanas. Vaciar la habitación en donde, húmedo, no visible, estuvo el cuerpo. El viento la atraviesa. Se ve sólo el vacío. Buscar en todos los rincones. No poder encontrarse.